Para
que no te rompan el corazón
debes
fingir que no tienes.
Así
nadie podrá hacerte ningún daño,
nadie
podrá ser tu dueño,
nadie
podrá quitarte el sueño,
nadie
te amara una vez por año,
nadie
vera llanto en tu mirada.
Nadie
quiere a nadie por nada,
los
engaños no se perdonan,
las
mentiras no se abandonan
si
se siguen diciendo mentiras.
No
vengas a darme lecciones
que
mis elecciones no serán las mejores
pero
siempre vengo y voy con la verdad por delante
y
cada uno de mis instantes
se
los doy a quien se lo merece
y
si raro te parece
que
no bese tus pasos será porque aprendí
que
el corazón, los besos, las caricias, los desvelos,
los
pensamientos y las sonrisas hay que dárselas
a
quien sonríe sinceramente, no a quien sonríe mientras te clava
un
puñal por la espalda.