Pase lo que pase

Aunque hoy haga frió, calor,
llueva, granice, nieve,
me llame el dolor,
este aburrido, me divierta, truene.

Aunque mañana vaya de viaje,
recuerde o se me olvide el equipaje,
este en París, New York, Madrid,
Mónaco, México, Roma o Dublín.

Aunque mañana dejase de nevar,
que de repente se me empiece a olvidar,
todo lo que vivimos siempre lo voy a recordar.

Aunque seas poco o mucho para mi,
que consiga o no ser feliz,
pase lo que pase, siempre pienso en ti.

Enemiga de la suerte

Mis ojos ya no quieres ver rarezas,
están cansados, solo quieren dormir,
quedarse ciegos de tristezas,
y quererte a morir.

La vida es triste y fuerte,
enemiga de la suerte,
dura como Rocky en sus combates,
adversa como los hackemates.

Mientras que algún rayo,
siga iluminando mi camino,
el agua se convertirá en vino.

Que le vamos a hacer,
si sin remedio como en ese día de Mayo,
siempre te voy a querer.

Sol de madrugada

Estas preciosa 24 horas al día,
luces mas que el sol de madrugada,
iluminas la calle melancolía,
la vida sabe mejor cuando esta gastada.

Hablamos de tu risa, no cambies de tema,
que me gusta hablar de esto,
olvida cada pequeño pretexto,
que este beso no te quema.

Durante 24 horas al día,
me llenas de alegría,
iluminándome como sol de madrugada.

Tu pelo castaño es perfecto,
no tiene ningún defecto,
si a mi lado estas acurrucada.

Mi Moni

Siempre que llego baja su escalera,
el amor y la belleza duermen a su vera,
siempre como es, siempre querida,
a mi Princesa, la memoria no la olvida.

Duerme siempre en mi sueño,

y me alegro con dulzura.
Cuando su chuche le enseño,
de lo rica que le esta poco le dura.

Con sus zapatitos de tacón,
no puede correr muy deprisa,
ni bajar el escalón,
para enseñarme su sonrisa.

¡Oh! Mi Moni con sus ojos azulitos,
su pequeña lengua asomando,
su corazoncito bombeando,
su despertarme con un besito.

Darte abrigo

Amor ya todo de lo he dado,
ya nada me queda,
espero que la vida pueda,
aguantar otro tiro de dados.

Hoy jueves noche, te echo de menos,
añoro ese beso que aún no te he dado.
Hoy vienes noche, te echo de menos,
añoro tus labios, los que todavía no he besado.

Por ti moriría, solo por ti amor verdadero,
por ti soy capaz de ver el nuevo día,
por tus ojos me ciego de melancolía.

Algún día, ¡oh! amor perecedero,
ella vendra para quitarte el frió,
la escarcha, el olvido, para darte abrigo.