Durante algún que otro
minuto,
hubiese dado todo lo que
tengo,
el peso de ese beso en
bruto,
el amor que preso en mi
retengo.
Echarte de menos,
es un mal vicio,
un juego de artificio,
un deporte de extremo.
El tiempo que me queda,
lo viviré como y cuando
pueda,
si quieres estaré a tu
lado,
como ser querido y no
olvidado.
En el mundo de los
cuerdos,
para el amor no valgo,
¿Nos dejamos algo?
Si, nuestros recuerdos.