No puedo vivir

Al pasar cae el pasado,
como moribundo ya avisado,
a no ver la luz del nuevo día,
a saber que ya nadie lo guía.

Desconcertado y triste me encuentro,
como el actor en Mar adentro,
como el sol caído por fatiga,
como amada que se convierte en amiga.

Entrado en una túnel sin salida,
la felicidad no es bienvenida.
Un no por respuesta,
es una simple y pobre apuesta.

¿Para que tendré existencia
si contigo no puedo existir?
No tengo vivencia,
y sin ti no puedo vivir.

Desamor

Todo lo que abarca el desamor,
es el mundo odioso del dolor,
es el inhóspito e intrépido infierno,
es el tremendo monstruo del averno.

El sueño más bonito y cercano,
se vuelve a convertir en el más lejano.
Todo lo bueno puede fastidiar,
y lo malo no se puede olvidar.

Todo se nos llena de oscuridad,
y no se tiene nada de seguridad.
Son un cúmulo de malas situaciones,
maquilladas de penosas decisiones.

El desamores un ataque a la razón,
un disparate sin ninguna solución.
La tristeza en el siempre anida,
y al corazón no se le olvida.

Cada abrazo

Cada abrazo,
que tu me puedas dar,
no me consiguen quitar,
de mi corazón este zarpazo.

Por mucho que en mi influyes,
a ella nunca la sustituyes.
Por mucho que nuestra pasión sea desmesurada,
mi vida entera por ella estará ocupada.

Si estuviese conmigo y aguantase mi borrachera,
tu sabes que por ella todo lo diera,
pero ahora esta con el príncipe azul,
de aquel cuento de mitin blue.

Ante ella me siento una fiera sin ser fiero,
un pobre gigante que se siente enano,
tu no sabes hasta que punto la quiero,
y hasta que extremo la amo.

Mi última hora

Con mi última hora
sólo quiero ver un momento
el filo de la aurora
y que me lleve el viento.

No quiero más clamor
que el que rompa la calma.
No quiero más amor,
que la despedida de mi alma.

No quiero más dolor
que el que manda el corazón.
No quiero más rencor
que el que esconde la pasión.

Lo que quiero es vivir
y aprovechar el ahora.
Hasta que llegue la hora
de llegar a morir.

No tiene sentido

La vida tiene grandes problemas,
malos hábitos, desahucios, dolor,
despidos, llantos, mal humor,
disgustos, celos, algún dilema.

Quiebras, penurias, malos ratos,
situaciones para ineptos, peor maltrato.
Ahora desganado por entretenimiento
puedo llegar a optar por el aburrimiento.

Ahora que sólo hay melancolía,
opto por mudarme cerca de la hipocresía,
por gritarle que no tiene sentido.

Ahora que voy por la avenida de esta vida,
opto por conseguir tener alegría
y ponerme el cartel de vendido.

Tarde triste

Ya no me iluminaba la luna,
ya se fue lejos toda mi fortuna,
en nuestra tenebrosa tarde triste,
logró de nuevo vencer el despiste.

La lluvia seguía cayendo incesante,
con toda mi tristeza por delante,
nunca llegue a tener más dolor
que el que me enseña tu rencor.

Estupefacto seguí caminando,
nada más en ti seguía pensando,
y no paraba de seguir dando vueltas,
alrededor de la escalofriante tormenta.

Después de largos y duros años,
logré pasar por encima los daños,
sin querer volver a quererte,
ni desear volver a verte.

Tu atención

Cómo pájaro que va creciendo

y al final deja el nido,

yo me voy advirtiendo

que tu amor a mi ha venido.

No creo que sirva para mucho,

ya que me queda un cartucho,

para tener alguna autoestima

y conseguir subir la cima.

Cada vez más impedimentos,

no llegamos a ningún lado,

por ti y por tus lamentos

la nostalgia ha llegado.

Por más que yo persista

obtendre tu negación,

por más que yo insista,

no tendre tu atención.

Don Señor Nieves

Don Señor Nieves,
ensaya lo que viene,
a todos lados mueve
su amor por lo que tiene.

Huye del frió del verano,
siempre puntual,
ante lo malo es una enano,
que no sabe apuntar.

Trabajador innato,
mejor colega todavía,
en su vida a roto plato,
que yo sepa Virgen mía.

No tiene ningún dueño,
solo un billete de ida,
para cambiar de vida,
en el bosque de los sueños.

A pedir de boca

Sentado en aquella mesa,
en ese lujoso restaurante,
esperaba durante un instante,
darte una fuerte sorpresa.

Hace algunos meses que había reservado,
que tu amor en mi estaba plasmado,
que esperaba muy impaciente,
sacar contigo un sobresaliente.

Ya por fin llego la cena y el momento,
donde mi corazón corría sin movimiento,
sin tener de autoestima ni una muestra,
comprendí que eras mi maestra.

Por fin llegaste y todo fue a pedir de boca,
esa noche demostramos que dos extremos si se tocan.
Desde el principio lo más especial eras y eres,
antes y ahora me querías y me quieres.

Cruce de caminos

Mi cabeza por tu mundo,
sin resistirse vuelve a navegar.
De tu pensamiento me inundo,
y puede que no pueda respirar.

Mis nervios iban aumentando,
y el corazón no seguía bombeando.
Cuánto más a ti te acercabas,
al cielo mas me recordabas.

Cuando frente a frente,
me asome a tus ojos,
note de repente,
la felicidad y su despojo.

Nuestro amor fue un cruce de caminos,
sin un pedacito de fe,
donde la suerte fue,
pero no vino.